Ahí están, un día y otro. Desde lejos se las divisa, grandes y extendidas. Ellas sólo necesitan que el viento las alcance y juntos, como enamorados, juegan formando remolinos en el aire.
Cuando él no llega, las aspas esperan casi inmóviles y en silencio a su amado.
A veces él se presenta suave y ligero, las acaricia, revolotea entre ellas y su amor es como un susurro.
Otras veces ruge fieramente como un león y las envuelve en un turbulento abrazo que les hace enloquecer.
Las aspas siempre están situadas en el mejor lugar, en un alto, donde su amado viento pueda encontrarlas.
Quizá a su alrededor todo sea árido y el terreno en el que reposan yermo.
Pero arriba, cuando él viene, giran y se llenan de vida.
Ya veis, la mayor parte de las veces ni nos fijamos, pero así es el amor entre ellos.
Orvuá
7 comentarios:
Que sencillo y que profundo.
Me ha gustado mucho.
A veces, en mis chustirelatos, me enredo demasiado cuando con algo tan sencillo y tan pocas palabras se puede expresar tanto.
Besos.
Y aunque tienen malos momentos en los que casi ni se hablan, siempre estarán juntos.
Y cuando viene nervioso y ululando, ellas le acarician y le transmiten su calma.
Love is in the air... y eso que es otoño y no primavera!
Ay compañeros!... no siempre los cuentos hablan de la vida de quien los escribe. En ocasiones tan sólo son eso, cuentos, cositas bonitas inventadas.
Pero vosotros sí que vivís ésto que el amigo "estonoesunblogdehistoria" dice: love is in the air.
Y cuánto me alegro!
:)
- "estonoesunb...", bienvenido!
Pues visto así...
el viento lleva unos días por aquí que está muy apasionado :-)
No sé si has leido "La insoportable levedad del ser" de Kundera, que habla de metaforas y casualidades... Un saludo.
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